Al finalizar el año 2024, las áreas contables de diversas empresas en el Perú llevaron a cabo el proceso de cierre contable, una etapa crucial para reflejar fielmente la situación económica y financiera del negocio. Esta labor exigió no solo conocimiento técnico, sino también cumplimiento estricto de los principios contables y disposiciones tributarias.
Durante este proceso, se revisaron los saldos de las cuentas, se conciliaron los libros contables con los estados financieros y se regularizaron provisiones, depreciaciones, devengos y ajustes por diferencias temporales. También se validaron los ingresos y costos acumulados para asegurar que se reconocieran bajo el principio del devengo contable, conforme a las NIIF.
Un punto crítico fue la revisión de provisiones por beneficios sociales, como gratificaciones, vacaciones truncas y CTS, así como la correcta asignación del gasto por impuesto a la renta. Además, se ajustaron posibles deterioros de activos, se evaluaron existencias, cuentas por cobrar y pasivos contingentes.
El cierre contable incluyó la elaboración de notas explicativas, informes de gerencia y cuadros de conciliación tributaria, que luego fueron usados para el cierre tributario. Muchas empresas aprovecharon esta etapa para alinear su contabilidad con criterios financieros internacionales, en preparación para auditorías o solicitudes de financiamiento.
Este trabajo meticuloso evitó errores que podrían haber generado reparos tributarios, multas o retrasos en la presentación de estados financieros ante SUNAT y otras entidades.