Finalizado el periodo de presentación de la declaración anual del Impuesto a la Renta, SUNAT activó distintos mecanismos de verificación orientados a validar la coherencia de lo informado por los contribuyentes. Este proceso de cruce de información permitió detectar omisiones, desbalances patrimoniales y operaciones no declaradas que contrastaron con lo registrado en fuentes externas.
Se detalló que, entre los principales elementos utilizados, destacaron los movimientos financieros reflejados en el ITF, los comprobantes electrónicos emitidos y recibidos, las compras con medios de pago formales, y la información compartida por otras entidades como municipalidades, notarias o el sistema financiero. La administración tributaria procesó de forma automatizada estos datos para identificar inconsistencias entre los ingresos declarados y el comportamiento económico de los contribuyentes.
Casos reales ilustraron situaciones donde personas naturales presentaron declaraciones sin considerar ingresos bancarizados, activos adquiridos o consumos recurrentes. Ante estas discrepancias, SUNAT emitió cartas inductivas o requerimientos formales que solicitaron sustento documentario. Contribuyentes que no respondieron o no pudieron justificar los montos observados enfrentaron reparos, ajustes de renta o presunción de incremento patrimonial no justificado.
También se resaltó que el cruce de información no se limitó a grandes empresas: profesionales independientes, arrendadores y emprendedores informales fueron incluidos en este proceso de revisión masiva. Se recomendó a los contribuyentes anticiparse revisando el reporte tributario consolidado y corrigiendo voluntariamente errores mediante declaraciones rectificatorias cuando fuese necesario.